Carta de amor ganadora «I certamen de cartas de amor de Huércal de Almería»

«Cada lunes, cuando amanece, me quedo mirando el hueco que dejas, imaginando que estás allí, flotando, en mi duermevela. Acaricio suave, con la yema de los dedos, tus sábanas marcadas, dibujando tu silueta con mi recuerdo.

Cada martes, en las luces primeras, me desespero con tu pérdida, como si no fuese a verte más, abandonando mi tacto hambriento y a mis labios sedientos.

Cada miércoles te encuentro entre los efluvios mañaneros. Lloro por lo efímera que será tu presencia y sostengo la inspiración guardándote dentro, para después privarme, con un suspiro,  de tu encierro.

Cada jueves despierto alentado de amanecer en el día equivocado, pero sigo sin hallarte al completo. La soledad hace preso mi desconsuelo, y juguetona, hace eco de mis llamadas devolviendome solo lamentos.

Cada viernes tempranero me rebelo, y evito girarme para no sentirme engañado, que si no veo no siento,y si no siento no muero. Y si no muero, te tengo en otro momento…

Cada sábado, en la mañana, es la esperanza la que me gira buscando el despertar de tus ojos enamorados, que al no recibir tu encuentro, vuelve a girarme, derrotado.

Cada domingo… ¡Ay, el domingo! En el domingo tu abrazo sigue tierno, tu fiebre reposa mis huesos y tu respiración sopla mis desvelos. Ya no hay soledad, no ha miedo, ni llantos, ni silencio, estás tú, solo tú, morando sobre mi piel, dándole a mi vida el verso, desvaneciendo de la memoria el sufrimiento. Dándome entereza para soportar más despertares, con tus restos.»